El verdadero aroma de Ibiza, su esencia, ese clamor que enamoró en los años 50 a multitud de viajeros de todo el mundo, descansa imperturbable en Sant Joan de Labritja. El municipio condensa todos los atractivos que durante siglos han convertido a la isla en un lugar mágico.
Visitar esta localidad en cualquier época del año es un lujo que nos permite descubrir la esencia de Ibiza. Así, a lo largo de diversas rutas de senderismo que transcurren por el municipio, homologadas y debidamente señalizadas, podemos contemplar sus almendros en flor, acantilados y calas y playas únicas; disfrutar de sus fiestas con tradición en cada uno de sus pueblos de carácter rural, y a la vez alojarse en los mejores establecimientos de agroturismo, turismo rural y viviendas turísticas de la isla. Como condimento a todo ello, su gastronomía propia y la gran oferta de establecimientos de restauración pondrán el broche a su estancia en este emblemático y acogedor municipio.
Además de su riqueza de paisajes de interior, sus costas nos ofrecen playas de arena y agua cristalinas en un entorno de ensueño que les llevará a disfrutar y descubrir un concepto distinto de la costa mediterránea en el que no existen las aglomeraciones.