Historia y vanguardia se unen en esta ciudad que los fenicios fundaron hace 27 siglos, hoy la capital de los ibicencos, que denominamos “Vila”, es el municipio que concentra buena parte de las actividades culturales y sociales durante todo el año, con una extraordinaria oferta gastronómica, de ocio y su enorme patrimonio.
Bajo sus murallas, declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco, se extiende hasta el puerto y el antiguo barrio de la Marina, con sus callejuelas abigarradas de sonidos y colores. Descubre la nueva Eivissa, que te abraza y te sorprende, una ciudad milenaria que se sigue reinventando y ahora se abre al mundo con nuevas zonas peatonales, que conectan el núcleo histórico de Dalt Vila, el passeig de Vara de Rey, el mítico puerto d’Eivissa y la Marina.
Ibiza durante el verano es una ciudad abierta, siempre fenicia, con sus mercadillos coloristas y gentes variopintas. Con su mezcla creativa de voces, aromas y ritmos, la ciudad en su fachada marítima, nos recibe con multitud de locales donde comer, escuchar música, tomar una copa o simplemente pasear y sentir su increíble personalidad. Cerca, como un oasis de tranquilidad, la playa de Talamanca, tranquila y con una estupenda oferta gastronómica, nos da un respiro para seguir viviendo la ciudad.
Y cuando llega la noche, también el lado opuesto de la bahía cobra vida a lo largo de su paseo marítimo. Allí se dan cita en los locales de ocio de referencia internacional, junto a los puertos deportivos, visitantes variopintos en las fiestas más famosas del Mediterráneo, participando en una espontánea pasarela de moda y tendencias.